jueves, 30 de noviembre de 2006

Cataluña no es ejemplo

Carlos de Zayas en El Mundo-El Día: Aunque en el Parlament y en el Consell Insular de Mallorca no se hable el castellano, no cabe duda que aquí no estamos sometidos a la inmersión lingüística ni a la calentura nacionalista que sufre Cataluña. Por todo ello, uno piensa que el nuevo partido Ciutadans - Partido de la Ciudadanía no cuenta aquí con base social suficiente para constituirse.

El PP y Ciutadans

El Plural
Rajoy: Mariano Rajoy corroboró ayer la cercanía entre ambos partidos en su entrevista en La Razón. Muchos votantes apoyaron a Ciutadans “en defensa de unos valores que yo comparto”, declaró el líder de la oposición, y matizó: “Yo presido un partido que defiende los principios por los que mucha gente votó a Ciutadans”. Rajoy aclaró que “hubo gente que no lo vio así”, en referencia a las críticas que los populares han recibido por no apoyar y pactar con esta formación.

Partido parece no tomar en serio las revelaciones: Entre tanto, el dirigente de Ciutadans, Albert Rivera, sigue desmintiendo que haya estado afiliado al Partido Popular. Según recoge el blog informativo Periodistas 21, muchos simpatizantes de la plataforma se han dirigido al partido en busca de una explicación más consistente. Ciutadans responde con correos electrónicos en los que se acusa a “El Periódico y los medios de acoso nacionalista” de considerar más grave “el caso Albert” que otros temas de actualidad como “Jordi Pujol y Banca Catalana, el asunto del 3%, el tema del Carmelo, y, sobre todo, mucho más grave que el terrorista convertido a político y de un plumazo convertido en la persona más respetable”. Ciutadans advierte que el próximo presidente de la formación “deberá ser un recién nacido, limpio e inmaculado (¡pero ojo! Algo habrán hecho sus padres)”.

Debate sobre el castellano "superado"

20minutos: Montilla ha dado por "muy superado" el debate de enfrentamiento entre catalán y castellano en Catalunya y apuntó que planteamientos como los que hace Ciutadans-Partido de la Ciudadanía "tendrían sentido a inicios de los años 80, pero ahora está superado".

El entorno de Piqué calló la militancia "pepera" de Rivera

SD: El jovencísimo político amenazó con emprender acciones legales por la divulgación de datos personales, mantuvo que sólo fue a la sede popular para "pedir información" y juró que nunca pagó una cuota ni tuvo carné, pero si el presidente del PPC, Josep Piqué, confirmó su militancia durante tres largos años, por algo será.

Claro que, según han confirmado a Elsemanaldigital.com fuentes de absoluta solvencia, Piqué no llegó a dar el consentimiento de dar a conocer la militancia popular de Rivera. Vamos, que el dirigente popular catalán se enteró por la prensa. "Es más –mantienen los consultados–, Josep Piqué ignoraba el dato". Pero ¿por qué se optó por difundirlo tras las elecciones del 1-N y no antes? Por increíble que pueda parecer, las mismas fuentes juran y perjuran que algunos de los cercanos al líder del PPC, que sí fueron informados, llegaron a tomárselo a cachondeo y no le dieron mayor relevancia.

¿Craso error? Quizá. Nada tiene de criticable un giro político. Que Rivera haya sido militante o no del Partido Popular importa poco. Que no sea capaz de asumir el error de no haberlo dicho antes o que reaccionase contra los medios de comunicación por hacer pública una información confirmada inquieta a muchos que han confiado en el mensaje renovador de su nuevo partido. Vaya un resbalón.

Rajoy en la Cope

Borja Ventura:
Losantos: "Me ha parecido entender que ha cambiado de planteamiento sobre Ciutadans. Usted que siempre tiene tiempo para reunirse con todo el mundo, incluso con la gente del Círculo Ecuestre, partidarios del Estatut... pero no para Ciutadans, ¿no?".

Rajoy respondió por la tangente y asunto, creía, cerrado.

Albert Rivera en PPelotas... ¿y qué PPasa?

Raúl Tristán: El pecado de Albert ha sido ocultar esa información, tal vez incluso enmascararla, pero no se lo tengamops en cuenta, en un pais como el nuestro, donde los intransigentes son tan abundantes, donde se aguarda al hombre libre tras cada esquina y revuelta, con la navaja trapera o el puñal sedientos de sangre, lo propio es salvaguardar las ideas, que en el fondo es lo que debería importarnos, aun a costa de difuminar un pasado que, por otra parte, no es en absoluto deshonroso o indecoroso, sino simplemente es.

Montilla, nacionalista

Antonio Robles en LD: Hasta ahí, José Montilla siguió guardando sus cartas. Fue en la réplica a su futuro vicepresidente, J.L.Carod Rovira de ERC cuando hubo de descubrirlas. El independentista había hecho un discurso impecable en su dimensión social, incluso mejor que el suyo, a veces idéntico al de Ciutadans, pero envuelto en él dejó caer algún caramelo envenenado sobre la identidad nacional y la lengua propia. Montilla podría haberse callado como lo ha hecho estos 25 últimos años, pero el inconsciente o la tensión del forcejeo en las negociaciones para atar el “Govern d’Entesa”, le sacó del alma lo que ha sido hasta hoy y lo que será esta legislatura: “La cultura y la lengua propia es la que configura mi idea de nación”, se justificó. Acabáramos, al final, su “patriotismo social” se resume a la misma letanía de ERC y CiU.

Il catalanismo non basta più come collante sociale né come grimaldello politico

Lorenzo Zamponi: L'unico vero elemento di novità di questa contesa elettorale è stato il 3,04% raccolto da Ciutadans, piattaforma civica lontana dai partiti tradizionali, che è riuscita a erodere voti soprattutto ai socialisti. Se le posizioni liberali e anglosassoni di Ciutadans possono aver avuto buon gioco contro una classe politica logorata, grazie all’utilizzo di ingenti dosi di antipolitica e senso comune, l'affermazione del nuovo soggetto politico si deve soprattutto al suo atteggiamento nei confronti della questione territoriale: Ciutadans non è catalanista. Difende il bilinguismo, attacca le eccessive rigidità imposte dalla politica culturale dei nazionalisti e di ERC, sostiene il diritto ad esprimersi in castigliano (quello che noi chiamiamo spagnolo) in ogni sede, anche nel parlamento della “Generalitat”. Posizioni eretiche, in un contesto in cui i politici catalani si esprimono in catalano anche ai microfoni delle tv nazionali. Ma posizioni che hanno trovato terreno fertile non solo tra i numerosi immigrati da altre regioni, che si sentono discriminati dalla politica linguistica della “Generalitat”, ma anche tra una certa base socialista tradizionale, che ha mal digerito la virata in senso catalanista degli ultimi anni.