sábado, 24 de noviembre de 2007

MANIFIESTO POR LA UNIÓN












Afiliados de Ciutadans y de UPD han consensuado un Manifiesto de Ciudadanos por la Unión, el Progreso y la Democracia que proclama lo obvio: la imperiosa necesidad de unir fuerzas de cara a las elecciones generales, imperiosa necesidad para los ciudadanos españoles que reclaman esa 'tercera España', ese único proyecto que actualmente está dividido en dos partidos.

A los ciudadanos no nos importan ni las vanidades personales ni las necesidades partidistas de ambas direcciones, nos importa la libertad y la igualdad de los españoles, que está en grave peligro ante la inevitable alianza de Zapatero con los nacionalistas periféricos, todos ellos ya, sedicentes moderados y radicales, en una deriva secesionista declarada sin tapujos.

Confiemos en que el sentido común y la grandeza se impongan en la decisión de los dirigentes de Ciutadans y de UPD, y no demonicemos a una sola de las partes porque los desencuentros vienen de lejos y son culpa de ambos equipos dirigentes.

En cualquier caso, este humilde Capitán Trueno apoya de manera inequívoca este 'manifiesto por la unión'.

viernes, 12 de octubre de 2007

DESDE LA IZQUIERDA LIBERAL

En una buena entrevista del diario El Mundo al filósofo francés Bernard-Henri Lévy, éste se declara irremisiblemente unido a la familia de la izquierda, pero defiende una izquierda nada sectaria y muy liberal, una izquierda que abomina de todos los males del posmodernismo: el irracionalismo, el relativismo, el populismo, el nacionalismo, el indigenismo, el filoislamismo y otros 'ismos', e incluso nos previene: "Existe una tentación totalitaria de la izquierda, que tiene sus raíces en el antiliberalismo, el nacionalismo exacerbado, el antiamericanismo..."

También apunta a los líderes señeros de esa izquierda reaccionaria: "Me preocupa que haya españoles y franceses que crean que Chávez es un progresista, y que muchos occidentales hagan bandera de la antiglobalización".

Bernard-Henri Lévy proclama con lucidez lo que muchos pensamos: que así como se puede ser de derechas, pero no reaccionario ni meapilas, también se puede ser de izquierdas, pero no populista ni 'progre'. Y el cordón umbilical que une a esa derecha y esa izquierda es el liberalismo. Existen afortunadamente una derecha liberal y una izquierda liberal.

La izquierda liberal es la izquierda laica que defiende la separación total entre el Estado y la Iglesia Católica, pero que no pretende arrojar por la ventana a los curas civilizados para abrir la puerta a los islamistas bárbaros; la izquierda igualitaria que combate las desigualdades promocionadas por el nacionalismo de las élites locales, los oligarcas provincianos y los caciques reciclados; la izquierda del pensamiento crítico que se enfrenta tanto al dogmatismo de la derecha como al relativismo de la izquierda al uso; la izquierda progresista que extiende el liberalismo desde el campo de la economía al de la política, la cultura y la moral; la izquierda que defiende al ciudadano de la nación política contra las naciones étnicas o culturales; la izquierda que proclama como único sujeto de derechos al individuo, y no a la raza, la etnia, el proletariado o el Estado; en definitiva, la izquierda liberal es la izquierda del Manifiesto de Euston.

Pero que nadie piense que la izquierda liberal es una izquierda nueva; en realidad es la izquierda prístina, la que nace con la Ilustración y con las revoluciones democráticas de Inglaterra, Norteamérica y Francia -la constitucionalista de 1789, no la del Terror de 1792-.

Y es una izquierda que en España siempre ha sido minoritaria, pero que ha tenido ilustres e ilustrados próceres. La izquierda liberal es la izquierda del liberal constitucionalista de 1812 Álvaro Flores Estrada; la del tribuno republicano liberal de 1836 Joaquín María López; la del superviviente liberal de 1854 Práxedes Mateo Sagasta; la del republicanismo democrático, liberal y unitario de 1869 de Emilio Castelar; la del navegante del Partido Liberal por la Izquierda Liberal al Partido Republicano Radical Santiago Alba; la del jefe de gobierno liberal progresista José Canalejas; la del inventor del Partido Reformista, el proyecto nacional de una fuerza moderada pero regeneracionista, liberal pero social y democrática, Melquíades Álvarez; la del primer Manuel Azaña del Partido Reformista; la del humanista inventor del socialismo liberal Fernando de los Ríos; la de las feministas 'avant la lettre' Victoria Kent y Clara Campoamor.

Esa izquierda liberal existe en la España actual aunque todavía sea minoritaria: forma parte del ideario de los partidos 'Ciutadans' y 'Unión Progreso y Democracia'. E incluso existe una corriente interna en el primero que promociona sin ambages la fusión -necesaria- de ambos partidos: la 'Izquierda Liberal' de Antonio Robles.

domingo, 9 de septiembre de 2007

COMIENZA UN CURSO POLÍTICO DECISIVO

Los ciudadanos españoles se juegan dentro de seis meses su futuro democrático; por ello este nuevo curso político que comienza será decisivo para la historia de la España libre e igualitaria de 1978.

¿Por qué? Por la sencilla razón de que la narcotizada sociedad española parece dispuesta a renovar el gobierno de Zapatero, el izquierdista que ha encaminado la España de las autonomías hacia una confederación de reinos de taifas, para lo cual no ha dudado en negociar políticamente con los nacionalistas terroristas. Una deriva hacia el 'Antiguo Régimen' que convierte a Zapatero en el izquierdista más reaccionario de la historia de España.

Parece asimismo que si el PP lograra alcanzar la victoria en un giro final de la opinión pública, sería necesario el apoyo de los nacionalistas catalanes y/o vascos para que Rajoy fuera presidente de gobierno, lo que supondría sin duda una hipoteca para la defensa de la España libre e igualitaria. Deriva 'neocedista' que ya ha iniciado el PP -cual nueva Confederación Española de Derechas Autónomas- apoyando los estatutos valenciano y andaluz, humillándose ante el pensamiento único catalanista, y enunciando ocurrencias filonacionalistas en Baleares y Galicia.

Contra esta destrucción del Estado libre, igualitario y fraternal del 78, se han alzado diversos movimientos cívicos encabezados por intelectuales del ámbito liberal y progresista -que no 'progre'-, y que dieron su primer fruto político con el inesperado triunfo de 'Ciutadans' en las elecciones catalanas del año pasado.

A pesar de que este partido ha sufrido un retroceso en las difíciles elecciones municipales en Cataluña, su ideario ha calado en el resto de España, y nuevos grupos de intelectuales y políticos, a partir de la 'Iniciativa ciudadana Basta ya', han lanzado la propuesta de un nuevo partido de alcance nacional que defienda la unidad e igualdad de los ciudadanos españoles.

Antonio Robles desde 'Ciutadans' saluda el nacimiento del partido de Rosa Díez y Fernando Savater en su artículo La tercera España. Fernando Savater explica en las páginas de El Mundo su idea sobre este futuro UPD (Unidad, Progreso y Democracia).

Esa 'tercera España' es necesaria, y para ello es preciso que en las próximas elecciones generales surja con fuerza y un puñado de diputados el 'tercer partido', un partido-bisagra nacional que desde el centro-izquierda liberalprogresista y socialdemócrata permita gobernar al partido más votado, sea el PP o el PSOE, sin caer en el chantaje nacionalista, y haciendo avanzar al país hacia la regeneración política, el cierre del Estado autonómico, el fortalecimiento del Estado en materias sensibles como la financiación, la sanidad y la educación, la reforma de la ley electoral hacia las listas abiertas o segundas vueltas, la independencia de los tres poderes y el combate legal pero contundente contra el terrorismo nacionalista.

Para ello es necesario que los partidos de Albert Rivera y Rosa Díez se alíen, se coaliguen o se fusionen, algo que todavía no está claro. ¿Serán capaces estos adalides de la 'tercera España' tan necesaria de defraudarnos y de hacer fracasar la única esperanza de la España de ciudadanos libres e iguales?

La respuesta no está en el viento. La respuesta está en sus manos.

sábado, 7 de julio de 2007

CIUDADANOS

Por fin este neonato partido celebró su congreso extraordinario y aprobó una actualización de su ideario y sus estatutos. El ideario de Ciutadans es público y se puede leer en su web.

Esa es la buena noticia, porque con este documento se explicita su posicionamiento de centro-izquierda, su anclaje en las tradiciones del liberalismo progresista y el socialismo democrático, y se cierra el paso a los que habían entrado en este partido disfrazados con el traje de lagarterana 'transversal' para esconder sus vergüenzas de la eterna derecha que se define como 'ni de derechas ni de izquierdas' y que gira en torno a otro nacionalismo tan rechazable como el segregacionista cual es el nacionalismo españolista.

La mala noticia es que al parecer los enfrentamientos personales se han recrudecido y acrecentado, y está por ver si el partido se une ahora una vez elegidas la nueva ejecutiva y el nuevo Consejo General. No es malo que algunos extremistas desde la izquierda y desde la derecha se vayan de Ciutadans, pero sería lamentable que el partido se escindiera en dos partes como amenazaron algunos al conocerse los resultados del 'cónclave ciudadano'.

Sorprende que la ejecutiva saliente encabezada por Albert Rivera recibiera diversos votos de castigo en el congreso, y que al final y con listas abiertas su candidatura copara casi el 100 % de los puestos; pero ello indica que la alternativa no acababa de convencer y sobre todo que se presentó muy dispersa e indefinida. Pero los ganadores no deberían olvidar que ha quedado mucha gente muy válida y con décadas de combate contra el nacionalismo obligatorio catalán fuera de los órganos de poder, y que son necesarios para desarrollar el 'proyecto Ciudadanos'. Los diputados Antonio Robles y José Domingo son su paradigma, que no los únicos.

Después del fracaso electoral en las elecciones municipales y de las críticas en el congreso, Albert Rivera y su equipo tienen una nueva y probablemente última oportunidad: suturar la fractura entre los miembros del partido, desarrollar su programa político basado en su claro y flamante ideario, converger con la plataforma que a nivel nacional impulsa Basta Ya, y trabajar de forma eficaz por medio de su renovada y cohesionada comisión ejecutiva.

Albert Rivera ha demostrado a pesar de su juventud ser un 'animal político' en el mejor sentido de la palabra, y tanto su estrategia congresual como su capacidad organizativa han sido muy buenas. Confiemos en que ahora transfiera esa gran capacidad política hacia afuera, hacia los ciudadanos de a pie que esperan ver emerger en toda España el 'tercer partido', el partido de los ciudadanos libres e iguales para la 'tercera España'.

martes, 22 de mayo de 2007

LAS CIUDADES PARA LOS CIUDADANOS


Si hay un ámbito político donde el Partido de la Ciudadanía puede crecer es en el de las elecciones municipales. Es cierto que se enfrenta a barreras descomunales, a gigantes terroríficos, a celadas insospechadas.

No sólo los partidos políticos nacionalistas ven en C's un enemigo para su sociedad cerrada, nacionalista a la fuerza y sumisa a los mitos etnoculturales. También los dos grandes partidos nacionales -nadie sabe ya que es Izquierda Unida, salvo una tribu de comunistas trasnochados que para sobrevivir se disfrazan de lo que haga falta, en Cataluña y el País Vasco de nacionalistas, en el resto de España de ecologistas o de feministas-, el PSOE y el PP, temen a Ciudadanos. El primero porque C's desde la izquierda moderada denuncia su deriva filonacionalista y confederalista, el segundo porque puede perder los votantes que sin ser de la derecha confesional le votaban porque no había otra opción. Y también porque Ciutadans puede recuperar muchos votos abstencionistas desencantados de los partidos oligárquicos y cerrados que han convertido la política en un corralito.

El conglomerado unido por intereses partidistas y gremialistas de los partidos tradicionales, los grandes grupos mediáticos y económicos, lo que podemos llamar "el sistema", teme el empuje del partido emergente, Ciudadanos, porque un nuevo partido que reclama transparencia, listas abiertas, limitación de mandatos, y focalización en las necesidades de las personas y no en las falsas e inexistentes necesidades de los pueblos, las naciones, las clases, las castas o los sexos, es algo que pone en peligro para el futuro su tinglado, su corralito, su sociedad cerrada.

Por eso de nuevo "el sistema" está vetando a C's, las televisiones públicas no les permiten acudir a los debates, los medios los ocultan, los partidos los ningunean, los mamporreros nacionalistas les agreden, las encuestas los ignoran. Pero también hicieron lo mismo en las elecciones autonómicas, Ciutadans no existía, y sacaron nada menos que tres diputados. Previsiblemente lo mismo pasará ahora. Habrá muchas ciudades del círculo metropolitano de Barcelona y de Tarragona que auparán a los consistorios a "concejales ciudadanos".

Porque las necesidades de los ciudadanos no son la policía que multa a los comerciantes según el idioma en que rotulan, ni la totalitaria inmersión obligatoria en las escuelas en una de las dos lenguas oficiales, ni los fantasmagóricos estatutos, ni mucho menos la "construcción nacional". Las auténticas necesidades de los ciudadanos son las ciudades abiertas, bilingües, al servicio de las personas, donde la vivienda, el transporte, la seguridad, la cultura, la persecución de la corrupción urbanística sean las prioridades.

En definitiva, porque somos muchos los ciudadanos que no nos sentimos representados por los partidos mayoritarios, ya que actúan al margen de los intereses de la ciudadanía. Porque todos únicos, todos ciudadanos.

domingo, 29 de abril de 2007

ALBERT BAYROU O FRANÇOIS RIVERA



El éxito "político" indudable que ha acompañado al fracaso "electoral" -porque ha quedado tercero de doce y no ha pasado a la segunda ronda de las elecciones presidenciales francesas- del político emergente centrista François Bayrou es la noticia de la semana no sólo en Francia sino en el resto de Europa, y muy especialmente en España.

Esta figura cívica y regeneracionista de la política francesa ha disputado el triunfo a los dos candidatos de los dos poderosos partidos franceses, auténticas máquinas electorales oligárquicas y sectarias, el liberal-conservador con Nicolas Sarkozy al frente y el socialdemócrata-posmoderno con la "zapatera" Ségolène Royal en cabeza, y ha arrasado al resto de oponentes, una pléyade de personajes pintorescos, momias del siglo XX, como el fascista Le Pen y la lista interminable de sectas comunistas -la ortodoxa, la trotskista obrera, la trotskista panadera, la trotskista nosequé- y seudo-ecologistas.

Los analistas hablan y no paran de la tercera Francia, del tercer partido, de la tercera vía entre la derecha más conservadora que liberal y la izquierda más posmoderna y relativista que socialdemócrata. Y sobre todo del componente cívico, regeneracionista, reformador y moderadamente liberal-progresista del "tercer hombre". Esa es la esencia del movimiento Bayrou, y hay que saber separar la categoría de la anécdota. La categoría es el centro progresista basado en las personas, en la regeneración política y en las necesidades de los ciudadanos. La anécdota es el componente inicialmente democristiano de su partido y de él mismo, frente al laicismo del PSF y el sello más liberal que confesional de la UMP. O el componente más abierto de cara a las regiones francesas frente al centralismo y nacionalismo francés tanto de Sarkozy como de Royal.

Por eso, porque el paisaje político francés no es exactamente el español, hay que saber ver por dónde puede emerger la tercera España, la tercera vía, el tercer partido, tan absolutamente necesario o más en nuestro país que en Francia, con dos partidos oligárquicos y sectarios enfrentados y monopolizando la política española. Con una izquierda todavía más posmoderna y relativista que la francesa, liderada por un Zapatero que ha unido su futuro a una alianza estratégica suicida con los partidos separatistas periféricos, incluyendo una negociación con la facción terrorista de ellos. Y con una derecha más confesional que liberal, agarrada a la reivindicación retórica de la unidad española mientras promueve estatutos estrafalarios en Valencia, Andalucía o Galicia, se arrodilla ante el nacionalismo catalán, o se acuesta directamente con su enemigo en Baleares.

Por eso aquí el tercer partido emergente ha de tener la misma esencia que en Francia, el posicionamiento de centro progresista, el regeneracionismo frente a las oligarquías partidistas, la reforma política de la ley electoral y de la Constitución, el foco en el ciudadano para defender la libertad, la igualdad y la solidaridad. Y como aditivos propios de la situación española, la firme defensa de la igualdad de todos los españoles ante la ley, blindando al Estado frente a la rapiña y el bandidaje de los nacionalistas y regionalistas, la deriva confederalista del PSOE y el derrapaje neocedista del PP. Y por supuesto, la gran necesidad de las Cortes españolas: que cuando la derecha o la izquierda deban pactar con otra fuerza política para alcanzar el gobierno de España no se tengan que prostituir alquilando su programa a los separatistas, sino que exista un partido en medio, de carácter nacional, que permita gobernar al que haya sacado más votos de los dos, manteniendo la vertebración de la ciudadanía española y moderando su carácter extremista de uno u otro signo.

Afortunadamente, parece que no será necesario esperar a que el viento regeneracionista francés alcance nuestras tierras. Ese tercer partido tan necesario ya existe, nació en Cataluña y se está implantando en toda España. Se llama Ciudadanos - Partido de la Ciudadanía. Y tiene un presidente, que creo que se llama François Rivera. ¿O es Albert Bayrou?

domingo, 1 de abril de 2007

ESPERANZA PARA BARCELONA

El esperpento vivido esta semana en la Cataluña oficial, es decir, en la Cataluña política e institucional que, como demostró el patético referéndum de altísima abstención del nuevo estatuto autonómico, nada tiene que ver con la Cataluña real, la Cataluña de los ciudadanos, ha sido de los que hacen historia.

Cuatro meses ha durado a Montilla el pacto con sus aliados de Esquerra Republicana, sólo cuatro meses, después de haber jurado los independentistas que esta vez el tripartito-2 no iba a ser un vodevil constante como fue el presidido por Maragall. Esa voluntad la manifestaban llamando al tripartito 2.0 "entesa catalana de progrés" o algo parecido, y poniéndose como unos energúmenos si lo llamabas tripartito.

Pues el tripartito -lo siento pero es costumbre muy sana llamar a las cosas por su nombre- ha saltado por los aires con la ocurrencia de un referéndum ilegal para la independencia de esa mítica nación catalana que quieren construir y que por lo tanto no existe, ocurrencia que brotaba como un eructo el domingo pasado en una calçotada y que era fruto probablemente de los ricos caldos que el ex terrorista de Terra Lliure y diputado de ERC Xavier Vendrell había tomado para digerir la pesada ingesta de calçots y su estupenda pero contundente salsa acompañante.

Ahora bien, lo más grave para la democracia española y por tanto para la catalana no ha sido que la extremista ERC, movilizada por la inminencia de las elecciones municipales, haya llevado semejante majadería política al parlament para ser debatida y votada. Lo gravísimo es que la federación de CiU que algunos llaman nacionalista moderada haya exhibido también su vistoso plumaje y su galanteo histriónico de macho en celo y haya realizado otra propuesta de referéndum independentista, tan ilegal como el de Esquerra.

En el patético debate para la ilegal e irreal independencia, entre los extremistas nacionalistas y los "cornudos apaleados" del PSC e ICV, tan sólo dos partidos han dado la talla de fuerzas democráticas y sensatas: el PPC y Ciutadans. Todos los demás, el famoso PUC o Partido Unificado Catalán ha hundido a la Cataluña oficial en una ciénaga política de negras consecuencias para los ciudadanos, a los que traen sin cuidado estas estupideces identitarias, pero preocupan asuntos como la vivienda, la inseguridad, el transporte público y tantos otros.

Confiemos en que estos dos partidos consigan atraer al renuente electorado catalán en las elecciones que vienen, especialmente ese fenómeno político emergente que es C's, esa izquierda liberal y posnacionalista que dio la sorpresa en las autonómicas, y que acaba de presentar a una joven ciudadana, Esperanza García, como alcaldable para la ciudad de Barcelona. Pocas dudas caben de que esta mujer será concejal, pero resultará interesante saber cuántos compañeros de partido le acompañarán en el consistorio de la ciudad Condal, si el ex socialista Villacorta será uno de ellos, y si podrán decidir con su voto el color de la alcaldía.

Esperanza para Barcelona. Salud, ciudadana.

viernes, 9 de febrero de 2007

¡NO AL ESTATUTO ANDALUZ!

La "escojonación nacional" avanza, y no sólo por culpa del PSOE...

El 18 de febrero los andaluces van a aprobar un estatuto que contiene 14 artículos idénticos a los del catalán y que han sido recurridos ante el Tribunal Constitucional por el PP, partido que sin embargo firma y apoya el esperpento andaluz. Esperpento que, entre otras cosas, se refiere a una supuesta e inexistente "nación andaluza", y blinda la financiación ¡y hasta el Guadalquivir y el flamenco!

Las luces vienen del Partido de la Ciudadanía: Ciudadanos es el único partido de ámbito nacional que se opone por igual al engendro catalán y al esperpento andaluz en un acto de coherencia política poco frecuente en España.

¡NO AL ESTATUTO ANDALUZ!

domingo, 21 de enero de 2007

C's APOYA LA MANIFESTACIÓN DEL 3-F

Por fin el Partido de la Ciudadanía ha decidido oficialmente apoyar y acudir a la manifestación contra ETA del 3 de Febrero convocada por el Foro de Ermua, y apoyada por el PP.

Supongo que ahora le criticarán los sectarios de izquierda que le aplaudieron cuando C's acudió a la manifestación del 13 de Enero promovida por el PSOE, y que le aplaudirán los sectarios del PP que le criticaron por lo mismo.

En fin, además de los sectarios, hay muchas gentes decentes en la izquierda y en la derecha que verán con buenos ojos la inequívoca postura de C's de apoyar las manifestaciones contra ETA las convoque quien las convoque, y las manipule quien las manipule.

Porque ese es el ideario del Partido de la Ciudadanía: la libertad y la igualdad del ciudadano por encima de las miserias de los sectarios de uno y otro bando partidistas.

sábado, 20 de enero de 2007

CIUDADANOS DEL PAÍS VASCO

A pesar de que hay un importante número de asociaciones cívicas en el País Vasco que defienden el constitucionalismo y la autonomía frente a la "alianza de naciones" de Zapatero, ese disparatado proyecto de confederación libre para que cada taifa regional trate de imponer sus intereses localistas por encima de la igualdad y la libertad de todos los ciudadanos españoles, y a pesar de que si bien el flanco conservador está muy bien representado por el PP de María San Gil, el flanco izquierdo ha sido abandonado por un PSE dirigido por el Eguiguren negociador con asesinos y el López fiel marioneta del ventrílocuo Zapatero, a pesar de todo ello parece que ni la dirección de Ciutadans ni los ciudadanos vascos que podrían integrar la agrupación vasca de C's se deciden a presentarse a las elecciones municipales.

Comprendo que no es fácil por la situación de "dictadura de baja intensidad" que vive el País Vasco, y que es inimaginable que C's pudiera presentar listas en la mayoría de municipios vascos, donde hasta al implantadísimo Partido Popular le resulta casi imposible completar listas electorales. Pero estoy seguro de que se podrían presentar listas muy atractivas en las tres capitales vascas como mínimo, sin olvidar municipios de Navarra donde se juega en Mayo el triunfo de un nuevo tripartito PSN-IU-Nafarroa Bai que puede implantar el órgano común vasco-navarro aprobado en el 95 por el PSOE y poner en marcha la disposición transitoria de la Constitución. Mecanismo que posibilitaría la futura integración de Navarra en la Comunidad Vasca, la mítica Euskal Herria en la que sueñan todos los nacionalistas vascos sin excepción, y que permitiría a Zapatero desbloquear su quebrado acuerdo con ETA, presentándose a las elecciones generales del 2008 como el Gran Pacificador.

¿De dónde saldrían los militantes? Pues sin duda de todos aquellos socialistas vascos desengañados por la deriva filo-nacionalista de Zapatero, más progresistas independientes de prestigio como Savater y tantos otros, y en definitiva de los militantes de Basta ya, de la Fundación para la Libertad y del Foro Ermua que no lo son del PP vasco. Así de claro.

Pero parece que C's no se decide, y que los vascos que podrían fundar la agrupación vasca tampoco. Lo que no es de recibo es lo que dice Rivera, cuando especifica que la agrupación vasca de C's se podría formar cuando desaparezca la amenaza terrorista. A mi entender Rivera patina de forma clamorosa, porque es una muestra de cobardía sin precedentes. Es precisamente porque el nacionalismo vasco, del que forma parte ETA, ejerce una presión excluyente y asfixiante sobre los ciudadanos, por lo que debe organizarse C's en esa tierra, como Ciutadans nació de la opresión nacionalista catalana, aunque no hubiera pistolas.

Y además, los malintencionados dirán que no se forma C's vascos porque a la "derecha emocional de la mañana", que apoyó a C's en Cataluña, no le interesa la competencia para el PP vasco, dirigido con mano firme antinacionalista por María San Gil.

Para no hacer dejación de valores cívicos en esta Hispania tierra de conejos, y para desmentir la hipotética manipulación de Rivera por la derecha mediática, la ejecutiva de Ciudadanos debe decidir en su próxima conferencia acudir a las municipales en aquellas capitales donde tenga ya agrupaciones, y por supuesto hacerlo en las capitales vascas.

sábado, 13 de enero de 2007

ESPERPENTO NACIONAL

El provocado por los partidos políticos españoles con motivo de la manifestación de hoy en Madrid. No hablo de la de Bilbao organizada por Ibarretxe, porque esa es la de siempre, la convocada por nacionalistas extremistas, pero no terroristas, para atraer a los compañeros de viaje -viaje hacia la confederación y la autodeterminación- y tontos útiles que antes eran sólo de IU y ahora también del PSE, y para excluir a los constitucionalistas, de los que ya tan sólo queda el PP, al menos mientras no se constituya de una vez Ciudadanos en el País Vasco.

Esperpento nacional el de Madrid, trampa organizada de forma taimada y maquiavélica por el PSOE a mayor gloria del "noqueado Zapatero" a través de sus mamporreros de la UGT, y en la que ha caído el PP de forma infantil. La trampa ha sido de manual, negándose a poner una palabra en la pancarta, y cuando la negativa se ha basado en esa solemne estupidez, admiten el vocablo y el oponente queda con el trasero al aire. El objetivo de esta manifestación no era dar cobertura a Zapatero, sino doblar el espinazo de la opinión pública, que estaba viendo a un presidente derrotado, deprimido y sin programa político, haciéndole visualizar que es el PP el extremista, intolerante y antiunitario.

El objetivo era señalar al PP como derecha extrema, como imposible alternativa democrática a Zapatero, y lo están consiguiendo por la poca cintura política de Rajoy, alentado en su rigidez por la "derecha emocional", esa derecha que hace oír su voz por la mañana pero a fuerza de gritar sus verdades puede hacerle perder las elecciones. Porque desgraciadamente se ha demostrado empíricamente que para triunfar en unos comicios no hay que decir la verdad, al menos toda la verdad, sino que hay que hacer arrumacos e incluso mentir un poco al pueblo, y decirle lo quiere oír. Por ejemplo, paz, diálogo, talante. España, tierra de conejos en fenicio, donde don Juan seduce a Doña Inés en el sofá.

Yo, personalmente, nunca iría a una manifestación cuyo objetivo revelaba ayer la tropa de famosetes, progres de salón, feministas de pasarela, cómicos de establo, bufones de cámara, en fin, esa izquierda-caviar que canta "arriba los parias de la tierra, en pie famélica legión" mientras eructa Dom Perignon trufado de burbujas de Beluga y unos polvitos de nieve. Los rumiantes que viven de nuestros impuestos, el sedicente sindicato de actores, decían ayer que "nos va la vida en crear un cordón sanitario contra esta derecha cerril, troglodita, casi gótica, para que no se adueñe del pensamiento". O sea, no se critica a los terroristas, sino que se quiere excluir a la oposición democrática. He ahí la izquierda totalitaria, nada democrática, porque se podrá criticar al PP por ser una derecha poco liberal y muy cristianodemócrata, pero nunca tacharle de extrema derecha o de fascista.

Pero un partido que representa el 40 % del electorado no puede desoír la llamada a la unidad tras un atentado terrorista, aunque sepa que es una maniobra del gobierno. Porque al no presentarse, va a ser linchado mediáticamente y va a permitir que el boxeador sonado se levante del ring mientras el público abuchea al púgil aparentemente marrullero. El PP tenía que elegir entre lo malo -acudir a la manifestación- y lo peor, no presentarse permitiendo así la "resurrección" del desaparecido Zapatero.

Pienso que acierta el Partido de la Ciudadanía presentándose en la manifestación de Madrid y no en la de Bilbao, que acierta el diario EL MUNDO cuando aconseja la presencia del PP en Madrid, y que se equivocan los asesores de Rajoy. Pero esto es tan sólo un partido, la liga es muy larga, y tiempo habrá para desenmascarar ante la opinión pública que Zapatero pretende seguir dialogando con ETA y sus portavoces políticos, a la luz o en los umbríos caseríos vascos, al menos para evitar que haya más muertos antes de las elecciones de Mayo. Así le ha aconsejado el negociador Eguiguren, el que sabe y por eso no habla.

sábado, 6 de enero de 2007

CONTRA ETA

Magnífico artículo del secretario general del Partido de la Ciudadanía, Antonio Robles, en Libertad Digital: Todos juntos contra ETA.

Todos juntos contra ETA. Pero para ello necesitamos, en primer lugar, un gobierno que dirija la lucha contra la organización terrorista.

Los ciudadanos españoles necesitamos en estos momentos un gobierno. Ni siquiera es importante ya que el gobierno nos mienta o no nos mienta. Sólo un gobierno. Sólo un jefe del ejecutivo que tome conciencia de que ETA ha lanzado una ofensiva en todos los llamados frentes de lucha. Los miembros de un partido terrorista e ilegal como Batasuna se reúnen con el presidente de la Comunidad Autónoma Vasca, sus comandos "y griega" queman autobuses, calles y viviendas -anoche tuvieron que ser desalojados 50 vecinos en Mondragón- y sus comandos "eta" dinamitan 40.000 toneladas de la Terminal 4 de Barajas con dos seres inocentes dentro.

Y ante tal barbarie organizada, nuestro presidente de gobierno recita como un pelele sonado frases sin sentido, esdrújulas sin significado, vacuidades con celofán como "suspensión del diálogo", "lo mejor de mí mismo para alcanzar la paz", "determinación en el proceso" y otras lindezas por el estilo, auténtica caca de vaca, boñiga de toro, charlatanería. En resumen: bullshit.

Frente a la ofensiva etarra, necesitamos un gobierno que combata sin cuartel al terrorismo, que al igual que se hizo a partir del 2002, se proponga destruir a ETA en todos los ámbitos, terroristas, políticos, financieros, internacionales, mediáticos, culturales, sindicales, etc. Y para ello que lance nuevas iniciativas legislativas, que aplique las actuales leyes con el máximo rigor, que instigue a los fiscales, que dirija a las fuerzas de seguridad, que colabore con el Poder Judicial, que recabe ayuda internacional, que asfixie financieramente a la Bestia, que clausure sus burladeros políticos como el PCTV, etc.

Los ciudadanos españoles necesitamos un gobierno, necesitamos por consiguiente que Zapatero dimita. Y si no dimite, su partido debería reemplazarlo. Y si su partido no lo sustituye, el PSOE debería sufrir una descomunal derrota en las elecciones de Mayo. Sólo así, quizá, podamos tener algún día un gobierno que luche contra el terror. Ahora, con dos cadáveres encima de la mesa de negociación, necesitamos un hombre que dé una patada a esa infame mesa. Ahora, el resto de las políticas es bullshit.