El "tengo un sueño" de Rivera fue un insulto
Ferran Gallego: Cuando uno se lanza a la lucha electoral, tiene el deber cívico –sí, cívico– de considerar las consecuencias de una movilización. Por citar la más elemental, pero que no parece habérseles ocurrido a los dirigentes del nuevo partido, procurar no hacer el juego al que se considera adversario principal. Uno tiene que medir el resultado de sus actos, en la arena política, viendo quién rentabiliza sus pretendidos éxitos, que solo lo son por el daño causado en otras líneas de flotación ideológica.