domingo, 17 de diciembre de 2006

Rivera cree que Montilla prescinde de un 'conseller primer' porque 'no confía en nadie' para coordinar el Govern

EP

El presidente de Ciutadans de Ctalunya (C's), Albert Rivera, expresó hoy irónicamente su 'sorpresa' ante la decisión de Montilla de suprimir la figura del 'conseller primer', hecho que atribuyó a que 'tal vez' el presidente catalán 'no confia en nadie dentro de su Gobierno y prefiere reservarse para sí' las tareas de 'coordinación' del Ejecutivo, que sería la función de un 'conseller primer'.

Asimismo, criticó la asignación de la vicepresidencia al líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, de 'materias como el deporte, la política lingüística y la proyección exterior', de las que dijo que 'no son las adecuadas' para 'una persona que ha protagonizado capítulos en el gobierno de Maragall que todos recordamos', en alusión a las polémicas sobre la entrevista con ETA en Perpignan (Francia) o de la corona de espinas en Jerusalén.

Rivera criticó que Montilla haya optado por un Gobierno 'de continuidad evidente' con el tripartito de la pasada legislatura y, en este sentido, denunció especialmente que el nuevo presidente catalán 'avale' la 'política lingüística' del anterior --que definió en base a 'capítulos como el de la revisión de historiales clínicos personales' para comprobar la lengua o 'las sanciones a comercios' por no usar el catalán--, en tanto que 'vuelve a confiar en las mismas personas' que llevaron a cabo esas políticas en la legislatura anterior, en referencia a ERC.

El presidente de Ciutadans reprochó también a Montilla las 'incoherencias internas' que, en su opinión, 'se han manifestado ya en las primeras semanas' de vida del nuevo Gobierno y sacó a relucir el ''affaire' de las banderas' en el que el conseller de Gobernación y Administraciones Públicas, Joan Puigcercós, retiró la bandera española de su conselleria y el presidente de la Generalitat le rectificó inmediatamente.

En este sentido, Rivera reclamó al presidente Montilla que 'continúe haciendo esta labor de control de la legalidad de su Gobierno' y procure que 'estas semanas iniciales sean sólo un malentendido' que se corrija en los próximos días para dotar de 'estabilidad' al nuevo Ejecutivo.

Así, pidió que 'las incoherencias internas no se manifiesten externamente', señalando las contradicciones entre el conseller de Economía, Antoni Castells, al 'pedir revisar la sanción de comercios' por razones lingüísticas, mientras 'otros conselleris decían que la ley --que estipula las sanciones-- se debía cumplir'.

También criticó el 'jaleo político' que 'se ha creado a raíz de la aprobación' por parte del Gobierno central del decreto sobre primaria que añade una hora más de castellano en las escuelas catalanas, algo que, para Rivera, 'no debería ser ningún escándalo' ni 'motivo de ningún informe jurídico' como el que ya ha anunciado el Gobierno catalán para evaluar posibles invasiones competenciales, 'sino que debería aplicarse' simplemente.