viernes, 24 de noviembre de 2006

Albert Rivera en las SS

Jorge Moragas: No hace mucho el premio nobel de literatura (1999) Günter Grass confesó al rotativo alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung que durante su juventud había pertenecido a las SS de Hitler. Esta confesión que dejó perpleja a la sociedad alemana y que fue detallada en su última novela "Pelando la Cebolla", no tardó en desatar una fuerte polémica acerca de la catadura del autor del "Tambor de hojalata" que, durante muchos años, se había presentado ante media Europa como un referente ético y moral intachable. Yo, como decía Margarita Yourcenar, considero que la moral es una convención privada, pero reconozco que digerí la noticia con un amargo sabor a decepción. Ahora, y salvando las distancias que separan ambos avatares, regurgita en mi ese amargo sabor a decepción al ventilarse la militancia en el PP de Albert Rivera. Me inquieta sobremanera que algunos pretendan ahora infringir a Rivera el mismo tipo de reprimenda que se le aplicó a Grass. Esta obsesión que tienen algunos en mi tierra por otorgar carnets de pureza de catalanidad les ha empujado a destilar la aberrante idea de que es igualmente reprobable el haber pertenecido a las Waffen SS en la época de Hitler que haber sido militante del Partido Popular en Cataluña.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Rivera rechaza el tripartito con argumentos del PP y retórica algo populista

MARC ANDREU
BARCELONA

Argumentos populistas y del PP. Eso mezcló ayer el líder de Ciutadans-Partido de la Ciudadanía, Albert Rivera, para negar el "crédito político" a José Montilla y justificar el voto de los tres diputados antinacionalistas contra la investidura del líder socialista como president del Govern de la Entesa.
En una intervención mayoritariamente en castellano replicada por Montilla en catalán, Rivera descalificó al tripartito como "una de las peores etapas políticas de Catalunya". Como Josep Piqué, mentó el Carmel y criticó la inmersión lingüística, aunque fue más allá que el PP al pedir la "derogación" de normas y centrarse en cargar contra "las políticas identitarias" para luego pedir "una etapa posnacionalista".
Con más altivez que nervios de debutante, el líder de Ciutadans alertó un par de veces sobre el riesgo de "futuras confrontaciones" que alteren "la convivencia entre todos los catalanes". Según él, existe ese riesgo si el presidente del Parlament sigue proclamando "Visca Catalunya lliure" o si Montilla apoya las selecciones deportivas catalanas y despliega el Estatut antes de resolverse los recursos de inconstitucionalidad del PP y el Defensor del Pueblo.
Rivera se ofreció confusamente a respaldar las políticas sociales de Montilla sin confiar en sus promesas y pidió una ley electoral que limite mandatos y permita listas abiertas. Montilla ofreció diálogo a Ciutadans pero no coincidió ni en su balance del tripartito, "ni en el análisis del presente ni en las propuestas de futuro". Y, tras aludir a "enemigos políticos" y mediáticos de Catalunya, dijo que será "beligerante" ante el "germen de la división social y la confrontación" para mantener "la unidad" del pueblo catalán.

EL PERIÓDICO DE CATALUNYA
25/11

Anónimo dijo...

Günter Grass no defendía los postulados nazis sobre los judios desde un pretendido progresismo de izquierdas.

Albert Rivera sí defiende los postulados del PP sobre los nacionalismos y la lengua catalana dese un pretendido progresismo de izquierdas.

Por eso es un escándalo que ahora se sepa que se dio de baja del PP para entrar en Ciutadans, y que intente negarlo todo y los documentos que lo demuestran y le dejan en evidencia.

Lo normal en política sería que dimitiera, pero mucho me temo que no será así.

Anónimo dijo...

es injustificable que no las diera [las explicaciones] de su militancia, por muy anecdótica que fuera. Como es injustificable que en su currículo se señalara expresamente que no había militado en formación política alguna.

Arcadi Espada
www.arcadi.espasa.com

El Capitán Trueno dijo...

EL PARLAMENT SE ACERCA A LOS CIUDADANOS

Después de muchos años, tantos como desde que Aznar entregó la cabeza del bautista Vidal-Quadras al jefe de los nacionalistas, Jordi Pujol, y convirtió el PP de Cataluña es una "reserva india" dentro del Estado Nacional Catalán, con derecho a vivir pero sin derechos ciudadanos, por fin el Parlament se ha acercado un poco a la ciudadanía catalana.

No se trata de un prodigio, tan sólo de que se ha oído un parlamento en castellano, la lengua habitual del 55 % de los catalanes. Hasta ahora, en la calle se oía predominantemente castellano, aunque también catalán, pero en el Parlament, sólo catalán. ¿Cabe mayor aberración democrática?

Pues bien, el autor de semejante hazaña cívica ha sido Albert Rivera, representante del nuevo partido Ciutadans. Un partido que tan sólo trata de que las escuelas y las instituciones políticas y judiciales reflejen la realidad de la calle, la realidad de los ciudadanos de Cataluña. Se trata sin duda de una política democrática y progresista, opuesta a la reaccionaria política identitaria de los nacionalistas, de sus aliados y de sus siervos.

Ciudadanos es un partido peligroso, porque muestra al rey desnudo, y por eso los nacionalistas, sus aliados y sus siervos van a por ellos. Por eso, los siervos de los nacionalistas han filtrado que el hombre desnudo tapaba sus vergüenzas -¡haber sido simpatizante de su propio partido de siervos!-, los aliados de los nacionalistas han publicado semejante scoop en el periódico que dirige el hermano de su dirigente gironí, y los nacionalistas han respirado tranquilos. Ellos no necesitan defender su corralito, ya tienen quien les haga el trabajo sucio.

Salud, ciudadanos

Anónimo dijo...

EL GUNTER GRASS PARAGUAYO
(X Luis Agüero Wagner, comentario publicado en “La Naciòn” de Asunción, 19 de octubre de 2006 )
El Gunter Grass paraguayo, Alcibiades González Delvalle, sigue guardando un sepulcral silencio sobre su siniestro pasado como policía de Stroessner, a pesar que esta gravísima acusación ya ha recorrido el mundo a través de agencias noticiosas extranjeras y se ha publicado en innumerables sitios web y periódicos locales como noticia insólita. A diferencia del escritor alemán que tuvo el coraje de confesar de motu proprio su paso por las Waffen SS durante el régimen de Adolf Hitler, su homólogo local temblando de cobardía opta por intentar esconder su deshonroso paso por la policía estronista, que lo integró como oficial por decreto 13.125 el 9 de noviembre de 1960. ¿Qué méritos hizo Alcibiades González Delvalle para ascender el 7 de septiembre de 1962 a oficial 1º de Policía por decreto 24.581, firmado por Alfredo Stroessner y Édgar L. Ynsfrán? ¿Cuántas veces aplicó la picana eléctrica? ¿A cuántos integrantes del FULNA o del Movimiento 14 de mayo apresó? ¿Cuántos "comunistas" pileteó?
Grandes misterios sin resolver, enigmas sin respuesta perdidos en la nebulosa del pasado de este privilegiado zoquetero del gobierno municipal colorado de Enrique Riera y referente periodístico de la ultraderecha tilinga: Alcibiades González Delvalle.

Olvidan sus abogadas al pretender defender a este chancho de su chiquero periodístico, cuánto dinero robado durante la dictadura a las arcas de la intendencia del ejército, a la Flomeres, IPS y el Banco Nacional de Fomento costó al pueblo paraguayo la inauguración de los medios de comunicación que le valieron su ascenso al coronel Pablo Rojas. Así como tardaron 30 años para descubrir que el país vivía bajo una dictadura, y hoy no terminan de jactarse de la lucha que la National Endowment for Democracy les financió contra la fase terminal del régimen que les proveyó los recursos para inaugurar sus medios de comunicación, no es extraño que lleven 46 años sin enterarse que el impoluto moralista de la pluma Alcibiades González Delvalle sirvió como tenebroso policía de Stroessner durante la etapa más sangrienta de la dictadura.

A mediados de este año el mundo se enteró, en revelación hecha por el mismo interesado, que el escritor alemán Gunter Grass sirvió unos meses, a los 17 años de edad, en las Waffen SS y de que ocultó por sesenta años la noticia, haciendo creer que había sido soldado en una batería antiaérea del ejército regular alemán. No sorprende en absoluto que Grass ocultara su pertenencia a una tropa de élite visceralmente identificada con el régimen nazi, de tan siniestra participación en tareas de represión política, torturas y exterminación de disidentes y judíos, aunque, como ha dicho, él no llegara a disparar un solo tiro antes de ser herido y capturado por los norteamericanos.
Pero a diferencia del ex policía de la etapa más sangrienta de la dictadura Alcibiades González Delvalle, Gunter Grass no esperó a que aquel remoto episodio de su juventud llegara a conocerse por otras fuentes, echando sombra sobre su nombre y reputación de escritor comprometido. Dentro de algunos meses, ya nadie recordará el paso del escritor alemán por las SS pero la gloria de su trilogía novelesca de Danzig, en especial "El Tambor de Hojalata", se mantendrá intacta.



No sería ecuánime que el mismo destino tuvieran quienes como el policía de la cultura decidieron escudarse, y no en el talento ni el compromiso que nunca tuvo en abundancia, sino en el posicionamiento alcanzado mediante políticos corruptos, intereses foráneos y el olvido propio de una sociedad impura.

Unknown dijo...

EL GUNTER GRASS PARAGUAYO
(X Luis Agüero Wagner, comentario publicado en “La Naciòn” de Asunción, 19 de octubre de 2006 )
El Gunter Grass paraguayo, Alcibiades González Delvalle, sigue guardando un sepulcral silencio sobre su siniestro pasado como policía de Stroessner, a pesar que esta gravísima acusación ya ha recorrido el mundo a través de agencias noticiosas extranjeras y se ha publicado en innumerables sitios web y periódicos locales como noticia insólita. A diferencia del escritor alemán que tuvo el coraje de confesar de motu proprio su paso por las Waffen SS durante el régimen de Adolf Hitler, su homólogo local temblando de cobardía opta por intentar esconder su deshonroso paso por la policía estronista, que lo integró como oficial por decreto 13.125 el 9 de noviembre de 1960. ¿Qué méritos hizo Alcibiades González Delvalle para ascender el 7 de septiembre de 1962 a oficial 1º de Policía por decreto 24.581, firmado por Alfredo Stroessner y Édgar L. Ynsfrán? ¿Cuántas veces aplicó la picana eléctrica? ¿A cuántos integrantes del FULNA o del Movimiento 14 de mayo apresó? ¿Cuántos "comunistas" pileteó?
Grandes misterios sin resolver, enigmas sin respuesta perdidos en la nebulosa del pasado de este privilegiado zoquetero del gobierno municipal colorado de Enrique Riera y referente periodístico de la ultraderecha tilinga: Alcibiades González Delvalle.

Olvidan sus abogadas al pretender defender a este chancho de su chiquero periodístico, cuánto dinero robado durante la dictadura a las arcas de la intendencia del ejército, a la Flomeres, IPS y el Banco Nacional de Fomento costó al pueblo paraguayo la inauguración de los medios de comunicación que le valieron su ascenso al coronel Pablo Rojas. Así como tardaron 30 años para descubrir que el país vivía bajo una dictadura, y hoy no terminan de jactarse de la lucha que la National Endowment for Democracy les financió contra la fase terminal del régimen que les proveyó los recursos para inaugurar sus medios de comunicación, no es extraño que lleven 46 años sin enterarse que el impoluto moralista de la pluma Alcibiades González Delvalle sirvió como tenebroso policía de Stroessner durante la etapa más sangrienta de la dictadura.

A mediados de este año el mundo se enteró, en revelación hecha por el mismo interesado, que el escritor alemán Gunter Grass sirvió unos meses, a los 17 años de edad, en las Waffen SS y de que ocultó por sesenta años la noticia, haciendo creer que había sido soldado en una batería antiaérea del ejército regular alemán. No sorprende en absoluto que Grass ocultara su pertenencia a una tropa de élite visceralmente identificada con el régimen nazi, de tan siniestra participación en tareas de represión política, torturas y exterminación de disidentes y judíos, aunque, como ha dicho, él no llegara a disparar un solo tiro antes de ser herido y capturado por los norteamericanos.
Pero a diferencia del ex policía de la etapa más sangrienta de la dictadura Alcibiades González Delvalle, Gunter Grass no esperó a que aquel remoto episodio de su juventud llegara a conocerse por otras fuentes, echando sombra sobre su nombre y reputación de escritor comprometido. Dentro de algunos meses, ya nadie recordará el paso del escritor alemán por las SS pero la gloria de su trilogía novelesca de Danzig, en especial "El Tambor de Hojalata", se mantendrá intacta.



No sería ecuánime que el mismo destino tuvieran quienes como el policía de la cultura decidieron escudarse, y no en el talento ni el compromiso que nunca tuvo en abundancia, sino en el posicionamiento alcanzado mediante políticos corruptos, intereses foráneos y el olvido propio de una sociedad impura.